En el caso de avances mandibulares ortodónticos, se utilizan dispositivos como los aparatos de avance mandibular que ajustan gradualmente la posición de la mandíbula. Para los avances quirúrgicos, se realiza una cirugía ortognática en la que el cirujano corta y reposiciona los huesos de la mandíbula, asegurándolos con placas y tornillos. Este tipo de cirugía requiere planificación detallada, incluyendo imágenes 3D y modelos físicos de la mandíbula del paciente.

El tratamiento ortodóntico puede durar varios meses, con citas regulares cada 4-6 semanas. En el caso de la cirugía ortognática, después de la intervención, se requieren varias citas de seguimiento para monitorear la curación y ajustar cualquier tratamiento ortodóntico complementario necesario para afinar la oclusión.

Los pacientes pueden esperar una mejora significativa en la función y estética de la mandíbula. Los resultados incluyen una mejor alineación de los dientes, una mejora en la funcionalidad de la mandíbula, y un perfil facial más equilibrado y armonioso.

Posteriormente a un avance mandibular, especialmente quirúrgico, los pacientes deben seguir una dieta blanda y mantener una higiene oral meticulosa. El manejo del dolor y la prevención de la inflamación son fundamentales en el postoperatorio. Las instrucciones específicas variarán según la extensión del procedimiento realizado.

En Cabdental, proporcionamos una garantía de cuidado y satisfacción con nuestros procedimientos de avance mandibular. Nuestro equipo de especialistas está comprometido con asegurar que cada paso del tratamiento, desde la planificación hasta la recuperación, se maneje con el más alto nivel de profesionalismo y atención al detalle.