La otoplastia generalmente se realiza bajo anestesia local con sedación o anestesia general, dependiendo de la edad del paciente y la extensión del procedimiento. El cirujano hace incisiones en la parte posterior de las orejas, a través de las cuales puede esculpir o plegar el cartílago para obtener la forma deseada. En algunos casos, se puede remover un pequeño segmento de cartílago para ayudar a que las orejas queden más pegadas a la cabeza.

El proceso incluye una cita inicial de consulta, la intervención quirúrgica, y varias citas de seguimiento para evaluar el progreso de la curación y asegurarse de que los resultados sean satisfactorios. La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades rutinarias una semana después de la cirugía, aunque se deben evitar actividades físicas extenuantes durante al menos un mes.

Los pacientes pueden esperar orejas con una forma más natural y una posición más estética. Los resultados son permanentes y generalmente proporcionan una mejora significativa en la apariencia y la autoconfianza, especialmente en niños y adolescentes.

Después de la cirugía, los pacientes deben usar una banda especial alrededor de las orejas para apoyar la nueva posición durante la recuperación. Es importante mantener las áreas incisadas limpias y secas, y seguir todas las instrucciones postoperatorias para minimizar el riesgo de infección o complicaciones.

En Cabdental, nos comprometemos a lograr los mejores resultados posibles con nuestra otoplastia, proporcionando cuidados expertos y personalizados desde la consulta inicial hasta el completo postoperatorio. Garantizamos la satisfacción de nuestros pacientes con los resultados obtenidos.