La colocación de un expansor mandibular o maxilar generalmente implica fijar un dispositivo metálico al paladar o a los dientes inferiores. Este dispositivo tiene un tornillo central que se ajusta periódicamente para aplicar presión gradual sobre los huesos y dientes, ensanchando efectivamente el arco. La duración del tratamiento varía, pero comúnmente dura varios meses hasta que se alcanza la expansión deseada.

La instalación del expansor generalmente se realiza en una sola visita, seguida de citas regulares (cada 2-4 semanas) para ajustar el dispositivo y monitorear el progreso de la expansión. Una vez alcanzada la expansión deseada, el dispositivo puede permanecer en su lugar durante varios meses para estabilizar los resultados.

Los pacientes pueden esperar una mejora en la alineación dental y en la mordida, con más espacio disponible para la erupción de los dientes permanentes. Esto puede reducir la necesidad de extracciones futuras y tratamientos ortodónticos más complejos.

Es importante mantener una higiene bucal rigurosa durante el tratamiento con expansores para prevenir la acumulación de placa y el desarrollo de caries alrededor del dispositivo. Los pacientes deben seguir las instrucciones de limpieza específicas proporcionadas por su odontólogo y asegurarse de limpiar cuidadosamente alrededor y debajo del expansor.

En Cabdental, garantizamos que nuestros tratamientos con expansores mandibulares y maxilares se realizan con la más alta precisión y cuidado, utilizando dispositivos de la mejor calidad para asegurar resultados efectivos y satisfactorios para nuestros pacientes.