El procedimiento se inicia con la colocación del implante dental en el hueso maxilar, que sirve como una nueva raíz para el diente. Tras un período de integración ósea, se coloca una corona personalizada sobre el implante. Esta corona se diseña específicamente para armonizar con el resto de su sonrisa, en términos de forma, tamaño y color.

La cantidad de citas necesarias varía según el caso. Generalmente, el proceso incluye la colocación del implante, el tiempo de espera para la integración al hueso, y la posterior colocación de la corona. El tratamiento puede completarse en unas pocas visitas planificadas, con seguimientos para asegurar la adaptación y comodidad óptimas.

Los pacientes pueden esperar una restauración completa de la funcionalidad y estética de sus dientes. Las Coronas sobre Implantes ofrecen una solución permanente que mejora la calidad de vida, permitiendo comer, hablar y sonreír con confianza, sin las preocupaciones asociadas con soluciones menos permanentes.

El cuidado de las Coronas sobre Implantes implica una higiene bucal rigurosa y visitas regulares al dentista para controles y limpiezas. Aunque los implantes están diseñados para ser duraderos, el cuidado adecuado es esencial para mantener la salud de los tejidos circundantes y la longevidad del tratamiento.