5 cosas que debes saber sobre el raspado y alisado radicular

5 cosas que debes saber sobre el raspado y alisado radicular

La salud bucal es fundamental para nuestro bienestar general, y uno de los tratamientos más importantes en odontología se centra en mantener nuestras encías sanas. El raspado y alisado radicular es un procedimiento que puede marcar la diferencia entre una sonrisa saludable y problemas más serios como la gingivitis o periodontitis.

Si alguna vez te has preguntado sobre este tratamiento, estás en el lugar correcto. A lo largo de este artículo, exploraremos cinco aspectos clave que debes conocer sobre el raspado y alisado radicular.

Prepárate para descubrir todo lo que necesitas saber con respecto a esta intervención dental esencial.

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En Guadalajara, Cabdental se ha convertido en un referente para aquellos que buscan una atención dental de calidad. Con nuestro equipo de dentistas capacitados, nuestra clínica ofrece diversos tratamientos adaptados a las necesidades de cada paciente. La experiencia y profesionalismo de nuestro personal garantizan una atención personalizada y eficaz.

5 cosas que debes saber sobre el raspado y alisado radicular

Nuestra filosofía se centra en la prevención y el mantenimiento de la salud bucal. Esto incluye no solo intervenciones como el raspado y alisado radicular, sino también revisiones periódicas que ayudan a detectar cualquier problema antes de que se convierta en algo más serio. Esto es esencial para asegurar sonrisas saludables.

Además, nuestros dentistas utilizan tecnología avanzada para realizar diagnósticos precisos y procedimientos menos invasivos. Esta innovación permite ofrecer tratamientos más cómodos y eficientes, lo que resulta en una experiencia positiva para los pacientes.

1. ¿Qué es el raspado y alisado radicular?

  • Raspado radicular: Es una técnica que consiste en eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulados en las bolsas periodontales, es decir, en los espacios que se forman entre la encía y el diente, especialmente bajo la línea de la encía (línea amelo cementaria). Este proceso remueve el biofilm bacteriano y los depósitos duros que causan inflamación y destrucción del tejido periodontal.
  • Alisado radicular: Consiste en pulir y alisar la superficie de la raíz del diente para eliminar áreas ásperas donde las bacterias puedan adherirse nuevamente. Esto ayuda a descontaminar la raíz, reducir la inflamación de las encías y favorecer que estas se adhieran mejor al diente, evitando la reaparición de la placa bacteriana.
5 cosas que debes saber sobre el raspado y alisado radicular

2. ¿Para qué sirve el raspado y alisado radicular?

  • Eliminar la placa bacteriana y el sarro subgingival: El raspado remueve estos depósitos que causan inflamación y daño en los tejidos periodontales
  • Reducir la inflamación de las encías: Al eliminar los agentes irritantes y bacterias, se disminuye la inflamación y el sangrado gingival.
  • Alisar la superficie de la raíz dental: El alisado radicular suaviza las irregularidades de la raíz para impedir que las bacterias se adhieran nuevamente, favoreciendo la reabsorción de la encía y evitando la formación de nuevas bolsas periodontales.
  • Prevenir la progresión de la enfermedad periodontal: Ayuda a detener la destrucción del hueso que sostiene los dientes y previene la pérdida dental.
  • Mejorar la salud y estética de los tejidos periodontales: Contribuye a la recuperación del color y textura normales de las encías, además de evitar el mal aliento (halitosis).
  • Reducir riesgos sistémicos asociados: Al controlar la infección periodontal, también disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares relacionadas.
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3. ¿Cómo se realiza el tratamiento?

Pasos para realizar el raspado y alisado radicular:

  1. Sesiones: Dependiendo de la extensión y gravedad, el tratamiento puede realizarse en varias sesiones, por cuadrantes o zonas específicas de la boca.
  2. Evaluación previa: El odontólogo realiza un examen clínico y radiográfico para determinar la profundidad de las bolsas periodontales y el estado de los tejidos, así como planificar el tratamiento según la gravedad del caso.
  3. Anestesia local: Se aplica anestesia en la zona a tratar para evitar molestias o dolor durante el procedimiento.
  4. Medicación antibiótica (en casos avanzados): Si hay periodontitis avanzada con bolsas activas o supuración, se puede prescribir un antibiótico eficaz contra bacterias anaerobias, como metronidazol, antes del procedimiento.
  5. Raspado: Con instrumentos manuales llamados curetas o mediante aparatos de ultrasonidos, se elimina la placa bacteriana y el sarro tanto por encima como por debajo de la línea de la encía, accediendo a las bolsas periodontales para limpiar profundamente la raíz del diente.
  6. Alisado radicular: Se pulen y alisan las superficies ásperas de la raíz dental para eliminar restos de cálculo y cemento contaminado, dejando una superficie lisa que dificulte la adhesión bacteriana y favorezca la reabsorción y adherencia de la encía.
5 cosas que debes saber sobre el raspado y alisado radicular

4. Beneficios del tratamiento

  • Eliminación de placa bacteriana y sarro subgingival: Limpia profundamente las raíces de los dientes, eliminando los depósitos que no pueden ser removidos con el cepillado habitual.
  • Reducción de la inflamación y sangrado de las encías: Al eliminar los agentes causantes de la infección, disminuye la inflamación gingival y el sangrado durante el cepillado.
  • Disminución de las bolsas periodontales: Contribuye a reducir los espacios patológicos entre la encía y el diente, favoreciendo la reinserción del tejido periodontal.
  • Prevención de la pérdida dental: Al detener la destrucción del hueso que sostiene los dientes, reduce el riesgo de pérdida de piezas dentales.
  • Mejora de la estética y funcionalidad: Recupera el color, contorno y consistencia natural de las encías, mejorando la apariencia y función de la boca.
  • Prevención de problemas futuros: Es un tratamiento preventivo que evita la aparición de nuevas infecciones periodontales y facilita la higiene oral diaria.
  • Reducción del mal aliento (halitosis): Al eliminar las bacterias causantes del mal olor, mejora el aliento.
  • Contribución a la salud general: Al controlar la infección periodontal, puede disminuir el riesgo de enfermedades sistémicas relacionadas, como las cardiovasculares.
  • Facilita la higiene oral: Al dejar las raíces lisas y libres de depósitos, facilita el cepillado y uso del hilo dental, mejorando el mantenimiento de la salud bucal.
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5. Indicaciones post raspado y alisado radicular

Evitar alimentos y bebidas calientes: No consumir alimentos ni bebidas calientes durante las primeras 24 a 48 horas para prevenir sangrado y molestias. Se recomienda ingerir alimentos templados o fríos.

No comer ni beber durante las primeras 2 horas: Tras el procedimiento, se aconseja no ingerir nada hasta que pase el efecto de la anestesia para evitar morderse o quemarse accidentalmente.

Mantener una higiene oral cuidadosa: Se debe continuar con el cepillado dental desde el mismo día del tratamiento, usando un cepillo extra suave en la zona tratada durante los primeros días para evitar irritaciones. El uso de hilo dental y cepillos interdentales también debe mantenerse, pero con delicadeza.

Uso de colutorios con clorhexidina: Tras consultar con el dentista, se puede utilizar un enjuague bucal con clorhexidina para reducir la carga bacteriana y favorecer la cicatrización.

Control del dolor y la inflamación: Es común experimentar sensibilidad dental y molestias leves. Se pueden tomar analgésicos y antiinflamatorios prescritos o recomendados por el odontólogo, como ibuprofeno o paracetamol. No se recomienda el uso de aspirina por su efecto anticoagulante.

Evitar fumar: El tabaco retrasa la cicatrización y puede afectar negativamente los resultados del tratamiento, por lo que se recomienda no fumar durante los primeros días posteriores al procedimiento.

No enjuagarse ni escupir vigorosamente: Durante las primeras 24 horas, evitar enjuagues fuertes o escupir para no interferir con la coagulación y la cicatrización.

Alimentación blanda: Optar por alimentos blandos y evitar los duros, pegajosos o muy ácidos durante los primeros días para no irritar la zona tratada.

Evitar masticar con la zona tratada: Si es posible, evitar el uso excesivo de la zona tratada para minimizar molestias y favorecer la recuperación.

Asistencia a revisiones: Acudir a las citas de seguimiento para evaluar la evolución y realizar limpiezas de mantenimiento si es necesario.